13 de julio de 2013

Méritos y merecimientos

URUGUAY HA DADO GRANDES VALORES QUE EL MUNDO RECONOCE Y REVERENCIA.POR EJEMPLO, TUVIERON QUE PASAR AÑOS, PARA QUE CARLOS OTT PUDIERA REALIZAR UNA OBRA EN EL PAÍS QUE LO FORMÓ COMO PROFESIONAL


Por Jaime Clara
En el ámbito cultural, hay situaciones parecidas. Durante muchos años, artistas uruguayos, triunfadores en el mundo, cuando correspondería que quienes son responsables de diseñar la lista de nombres que integrarán una programación, muchas veces, esos quedan relegados o son, simplemente, olvidados, para no pensar otros motivos.
Por ejemplo, hace algunos años, el destacado bandoneonista René Marino Rivero denunció durante una entrevista en el programa Sábado Sarandi, que tras la reapertura del Teatro Solís, no se lo había convocado para ningún concierto. Según él, los motivos de esa omisión eran políticos. Marino Rivero era considerado uno de los mayores bandoneones del mundo como cualquier biografía a la que uno recurra lo podrá testimoniar. Ante el reclamo, realicé alguna gestión ante las autoridades de entonces del Solís, sin éxito. Marino Rivero murió en el año 2010 sin haber actuado en el teatro, como su trayectoria lo merecía.
Otro caso. Durante sus años europeos, el destacado bandoneonista acompañó a Raúl “Ciruja” Montero, que fue, durante décadas, una de las voces uruguayas más destacadas en el mundo de la ópera. Montero hace ya varios años que está radicado nuevamente en Montevideo. Hace poco tiempo, durante una entrevista me confesó que “lo último que hice fue Lucía, convocado por ProOpéra. Luego de eso, corté todo vínculo institucional. Ni por el Solís ni por el Sodre, nunca fui convocado para cantar en una ópera. Confieso que a esta altura del partido, no me da ni frío ni calor. No voy a rogar para actuar.” Me consta que Montero está produciendo un trabajo de largo aliento, por propia iniciativa, pero lo cierto es que, desde los responsables de los diferentes espectáculos operísticos que tiene hoy Montevideo, se ignora su particpación.
Otro ejemplo, de otro bandoneonista tan prestigioso como el mencionado, es el de Luis di Matteo. Un hombre que es convocado anualmente por importantes escenarios europeos para ejecutar desde su virtuosismo, las mayores piezas clásicas o populares, con un estilo único. También, radicado en Uruguay hace años, sin embargo, tampoco se lo convoca desde los escenarios oficiales para algún espectáculo, solista o integrando alguna de las variadas propuestas que tiene el calendario cultural.
Seguramente hay más nombres para integrar a esta lista. Hay muchos artistas de prestigio internacional que tienen méritos suficientes para pisar cualquiera de los grandes escenarios que tiene Montevideo, ya sea el Solís, como el Auditorio Nacional Adela Reta. Sin embargo no son convocados y no ha trascendido que estén en los planes futuros.
Uno puede suponer, ingenuamente, que se trata de involuntarias omisiones. Sin embargo, el ambiente cultural está lleno de suspicaces que, maliciosamente pueden argumentar que estos nombres mencionados, u otros, estén siendo ignorados o directamente desplazados por razones que no son artísticas. Si esto fuera así, como en el cuento de Paco Espínola ¡qué lástima!
Blog RETAZO DE LOS CIELOS, publicado en El Observador. Léalo aquì

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