30 de agosto de 2015

Sobre La terrible presión de la nada


En estos días finalicé la lectura de La terrible presión de la nada.
No es que haya demorado todo este tiempo, todo lo contrario, porque el libro se lee con mucho interés y gran facilidad (tal vez recuerdes que yo me lo llevé la misma noche de "El Jauja" -¡aunque quedó pendiente la dedicatoria!-, pero luego aparecieron los compromisos y pasó un tiempito hibernando en mi mesa de luz).

Lo primero que quiero decirte es que disfruté mucho leyéndolo, por más que algunos de los relatos reflejen facetas ásperas, amargas, de la existencia humana. Pero así es la vida. Luego, te comento que al finalizar la lectura me quedé pensando en algún comentario de la presentadora. Para mi son Cuentos con todas las de la ley. Es verdad que a menudo los cuentos se rematan con un final impactante, sorpresivo, inesperado. Ello se considera un "recurso habitual". Pero también hay muchos ejemplos de relatos con finales abiertos, donde no sucede nada especial. Pienso que allí radica una de las originalidades del libro. Quizá porque los personajes que lo pueblan (con excepciones), tienen una existencia demasiado "normal", o incluso un tanto vacía. Sufren la terrible presión de la nada.

En definitiva, apreciado amigo, te felicito porque has logrado hacer algo diferente con hechos y personajes que podríamos considerar -aunque yo pienso que no lo son- "de todos los días".   Por otra parte, como todos sabemos que un escritor refleja en su obra -aun en contra de su voluntad de hacerlo- facetas de su personalidad, debo decirte que he tenido un disfrute adicional al encontar muchas coincidencias con mis gustos y hábitos. Por ejemplo, tu carácter "bolso" y la consiguiente admiración por Luis Artime (¡un grande de verdad!), la referencia a Milan Kundera (pocas veces valorado por nuestros compatriotas...), las menciones musicales de Enya y Paco de Lucía (entre otros), y podría seguir

 Ing. Ruperto Long
Ex Presidente del Latu, escritor. Autor de Che bandoneón, Hablando claro, No dejaré memorias. El enigma del Conde de Lautréamont  y Piantao. Balada para Horacio Ferrer.

No hay comentarios.: